La unión económica y monetaria es donde varios países acuerdan compartir una moneda única. Esto implica aceptar un cierto grado de cooperación en materia de política económica, así como los acuerdos sobre barreras comerciales. El ejemplo más conocido es el de un grupo de países de la Unión Europea.
Sistemas de una unión económica y monetaria
Hay dos sistemas separados en el trabajo en una unión económica y monetaria, los cuales pueden existir por separado. Por ejemplo, un grupo de países puede compartir una moneda común sin tener un acuerdo comercial. Hay varios de estos montajes hoy en día, tanto formal como informalmente, más la participación de un gran país y varios países aliados más pequeños, como los que solían ser parte de un imperio, pero ahora tienen un cierto grado de independencia.
También es posible tener una unión económica en la forma de un acuerdo comercial, sin tener que compartir una moneda. La unión económica y monetaria más importante que existente en la actualidad son los acuerdos entre los países europeos que no comparten una moneda, o no son miembros de la Unión Europea. Tal set-ups puede implicar un mercado común, lo que limita las barreras al comercio, como los aranceles, o un mercado único, en el que el objetivo es tener menos barreras para el comercio como sea posible, que por lo general significa que las empresas y los trabajadores tienen el derecho a operar en cualquiera de los países.
Para ser una unión económica y monetaria, tanto la moneda única y la unión económica deben estar presentes. El único ejemplo importante de esto implica 16 países, a partir de 2010, que son miembros de la Unión Europea y han adoptado el euro como moneda nacional (ingrese en este enlace para conocer más sobre el euro). La Unión Europea es también una unión económica, pero no todos los miembros comparten la moneda. El Reino Unido y Suecia son los más notables países que "no tienen participación", mientras que algunos nuevos miembros de la UE aún tienen que cumplir con los criterios financieros para adoptar el euro.
Hay otros factores de asociación con la Unión Europea que no son una parte inevitable de una unión económica y monetaria. La UE tiene la capacidad de emitir directrices sobre cuestiones políticas, por lo general relacionadas de alguna manera con el comercio, que los Estados miembros deben adoptar en su legislación nacional. Mientras tanto, los países que usan el euro han creado un Banco Central Europeo (para leer más sobre dicho banco entre acá), que toma las decisiones sobre la política monetaria que afectan a todos los países. Si bien este banco es casi una inevitabilidad práctica con una moneda única, no es un requisito inherente a una unión económica y monetaria.