El flujo de caja generalmente se entiende como la cantidad total de dinero que se genera y es recibida por una empresa, junto con la cantidad de dinero que se utiliza para los gastos de la organización. En general, el seguimiento del flujo de caja se entenderá gracias a su inscripción inmediata de las transacciones en un libro de caja (generalmente caja menor). Esto se considera esencial para tener una imagen precisa de la estabilidad financiera de la empresa, y a menudo puede dar información que puede ser utilizada para mejorar las condiciones económicas de la compañía.

Un flujo de caja puede estar asociado con el funcionamiento general de la empresa o con un componente o un proyecto particular de la corporación. Por ejemplo, cuando un departamento mantiene un fondo discrecional de la caja menor, se mantendrá un registro de las transacciones. La idea detrás de la grabación de los recibos para la caja menor, así como los gastos que se pagan, ayudará a la empresa a reconocer cuándo un gasto incidental se convierte en un tema recurrente, y se debe agregar como una partida en el presupuesto.

En el caso de un proyecto especial, como una campaña de marketing, hacer el seguimiento del flujo de caja es una buena idea. El mantenimiento simple de los registros ayudará a la empresa a determinar si el esfuerzo crea la generación de ingresos en los niveles previstos. Al mismo tiempo, el control de a donde va el dinero ayudará a asegurar que el proyecto no ha gastado más dinero que la cantidad que se ha destinado para este fin.

Existen dos tipos básicos de flujos de caja, los cuales pueden indicar como se esta manteniendo financieramente la empresa:

• Flujo de caja positivo
• Flujo de caja negativo

Por obvias razones, cualquier compañía o empresa quiere mantener un flujo de caja positivo, ya que este le permite mantener un dinero para sus gastos menores. Si por el contrario se tiene un flujo de caja negativo, esto puede significar una posible crisis financiera dentro de la compañía (lo invitamos a conocer las las causas de una crisis financiera).

Objetivos de mantener un flujo de caja positivo

Uno de los objetivos centrales de cualquier tipo de negocio es mantener un flujo de caja positivo. Esto es esencialmente un estado donde los ingresos en efectivo son superiores a los pagos en efectivo a lo largo de un período determinado. La producción diaria de beneficio neto es considerada como un indicador básico de la salud financiera.

A menudo, las operaciones de monitoreo pueden ayudar a identificar los posibles problemas que pueden convertir un flujo de caja positivo en uno negativo antes de que esta situación tenga lugar. Cuando una tendencia negativa se aisla, se pueden tomar las medidas necesarias para ajustar el gasto con el fin de utilizar más eficientemente los ingresos que están entrando en la organización y, de esta forma, poder mantener la empresa rentable.