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Qué es un tipo de cambio flotante

Publicado en septiembre 22, 2012

Un tipo de cambio flotante es un tipo de cambio al que se le permite cambiar en respuesta a las presiones del mercado. El valor de cambio de la moneda en cuestión se determina mediante actividades en el mercado de divisas, haciendo que su valor pueda subir y bajar. En cambio, un tipo de cambio fijo establecido por el gobierno, por lo general fija el valor de la moneda con el valor de una unidad de moneda como el dólar de los Estados Unidos. Lo invitamos a leer nuestro artículo que explica Qué es un tipo de cambio fijo .

La idea detrás de un tipo de cambio flotante es que permite la auto-corrección. En la práctica, las cosas no son tan simples. Mientras que muchas naciones utilizan un tipo de cambio flotante, la tasa puede ser muy volátil y puede tener un profundo impacto en las economías locales. Especialmente si un país entra en una vertiginosa crisis económica, con una tasa de cambio flotante puede ser brutal para los ciudadanos, ya que pueden encontrar que su poder adquisitivo disminuye, viendo que su dinero no alcanza para nada.

En un tipo de cambio flotante verdaderamente independiente, el valor de la moneda se determina únicamente en el mercado de divisas. Esto cambia en respuesta a la oferta y la demanda de la moneda de la cual basan las actividades económicas en el país de origen, y una amplia variedad de otros factores, incluyendo la depresión financiera global y eventos similares.

Tasa de cambio flotante administrado


Más comúnmente, las naciones utilizan lo que se conoce como una tasa de cambio flotante administrado. En este caso, el valor de la moneda se determina en el mercado de divisas, pero el gobierno puede llegar a intervenir. Por ejemplo, si la oferta de la moneda es excesiva, impulsando el valor hacia abajo, el gobierno puede limitar la oferta y por lo tanto aumentar la demanda y el valor. Del mismo modo, si el tipo de cambio sube demasiado en la otra dirección, las reservas de moneda pueden ser liberadas para aumentar la oferta.

Los gobiernos trabajan cuidadosamente para manejar el tipo de cambio. No queriendo interferir demasiado y creando una tasa de cambio artificial, pero tampoco quedándose al margen y dejando de intervenir en caso de un problema. Los funcionarios del gobierno suelen examinar la situación sobre una base regular para decidir qué medidas, si fueran necesarias, necesitan tomar para mantener la moneda lo más estable posible. Por lo general, los economistas cualificados, así como científicos políticos están involucrados en estas decisiones, y el proceso puede llegar a ser muy complicado para los representantes del gobierno.