Los inversionistas pasivos son las personas que optan por no tomar un papel activo en la gestión de sus inversiones. Algunas veces conocidos como un buy-and-hold, la estrategia de este tipo de pesonas consiste en asegurar una inversión o grupo de inversiones y les permite viajar durante un período prolongado de tiempo. Este método se emplea a menudo por los inversores que prefieren centrarse en las oportunidades de inversión a largo plazo que pueden producir un rendimiento equitativo en el tiempo.
Si bien hay excepciones, el inversionista pasivo se centra en las oportunidades de inversión que no llevan una gran cantidad de riesgos. Como resultado, la necesidad de controlar los aumentos periódicos y las disminuciones en los precios de seguridad se elimina. La idea es que, incluso si hay una cierta cantidad de fluctuación con la inversión, la combinación de movimientos ascendentes y descendentes se compensan entre sí en el tiempo, y todavía permiten que el inversor pueda obtener un buen retorno de la inversión (ROI) en algún momento en el futuro.
Áreas de acción de un inversionista pasivo
Un inversionista pasivo puede obtener diferentes tipos de inversiones. Como parte de su actividad, puede optar por ir con las opciones sobre acciones que tienen un historial de rendimiento constante en una variedad de climas económicos y son menos propensas a experimentar algún tipo de reducción severa en el precio. Junto con las acciones, el inversor utiliza un enfoque de inversión pasiva que puede ir en un tipo de cuenta con emisiones de bonos que están estructurados para proporcionar rendimientos a lo largo de un período de tiempo más largo, por ejemplo, diez o veinte años.
Un inversionista pasivo también puede optar por convertirse en un inversionista ángel para un nuevo negocio que muestra la promesa de un buen desempeño una vez que esté completamente establecido. A cambio de la inversión, el inversor puede recibir opciones sobre acciones una vez que el negocio es rentable, o los arreglos para una serie de pagos durante varios años como un medio para recuperar la inversión. Este enfoque permite a los inversionistas crear un flujo constante de ingresos sin la necesidad de una gestión activa de los activos (lo invitamos a conocer un poco sobre la asignación de activos).
La inversión pasiva es muy diferente de una estrategia de inversión activa, en la que el inversor controla el movimiento de las inversiones de cerca y ejecuta la compra y venta de acciones o valores sobre la base de ese movimiento. A menudo, el inversionista pasivo está más preocupado por crear seguridad financiera a largo plazo, mientras que un inversor activo busca un rendimiento a corto plazo, así como proporcionar una base para la seguridad en el largo plazo. Un inversionista pasivo puede cambiar su enfoque de pasivo a activo en cualquier momento, lo que le permite adaptarse a las circunstancias cambiantes del mercado en caso de necesidad.
