Quizás en este momento usted no tenga asegurado su carro, su casa, su motocicleta, sus activos personales, su empresa o negocio, e incluso su familia y su vida. Posiblemente usted crea que comprar un seguro para alguna de los anteriores ítems sea un gasto en vez de una inversión. Eso puede suceder porque tal vez cree imposible que le roben alguno de sus bienes, que un accidente acabe con ellos, o prefiere no pensar en la enfermedad o muerte de sus familiares, inclusive de usted mismo. Sin embargo piense por un momento si por algún motivo llega a suceder algo en lo cual usted pierde alguno de esos objetos o bienes que ha adquirido con trabajo y esfuerzo, sea por gusto o por necesidad. Piense si en determinado momento usted o alguien de su familia sufre algún tipo de accidente o enfermedad que le imposibilite seguirse valiendo por si misma. Si usted llega a fallecer y sus hijos aun están menores de edad o su esposa o padres no tienen los medios para vivir dignamente porque usted es quien sustenta económicamente su familia. En primer lugar si usted pierde su vehículo o por alguna situación pierde alguno de sus bienes y no los tenia asegurados, simplemente le toca comprar otros o resignarse a no tenerlos. Es claro que volver a comprar alguno de estos costaría muchísimo mas que lo que vale un seguro anualmente, que es como generalmente se paga, una sola vez al año o diferido en módicas cuotas mensuales. Un seguro de vehículos ampara pérdida total del vehículo por daños, pérdida total del vehículo por hurto, pérdida parcial del vehículo por daños, pérdida parcial del vehículo por hurto, protección patrimonial para responsabilidad civil extracontractual, protección patrimonial para daños, asistencia jurídica y Responsabilidad civil extracontractual. Así mismo, usted no sabe cuando su vivienda va a ser afectada por incendios, maremotos, terremotos, daños mal intencionados de terceros, deslizamientos, inundaciones, impacto de aeronaves, impacto de vehículos, motín, conmoción civil, huelga, daños por agua, avalanchas, humo o caída de granizo, entre otros, dependiendo de donde este ubicada, claro está. Un seguro de vivienda cubre todos los daños antes mencionados, mientras que si usted no cuenta con uno, necesitará pagar todos los arreglos correspondientes al daño o en caso extremo rehacer o comprar otra vivienda. Lo cual seguramente usted no verá como una inversión sino como un gasto, porque vale la pena repetir, el seguro es un millón de veces más económico que lo que invertiría en arreglos o en compra. Hay personas que por el hecho de no tener hijos creen que no necesitan un seguro de vida pero cuando mueren ciertas obligaciones financieras pasan a ser responsabilidad de sus seres queridos o éstos no cuentan con los medios para pagar gastos de funeral, que por cierto son elevadamente costosos, algunos incluso dicen que morirse es un gran gasto. Por lo que invertir en un seguro de vida resulta mucho más económico que poner a los familiares en apuros económicos para pagar sus deudas o para poder darle una digna sepultura a su cuerpo.